Nuevamente me veo forzado a escribir ante una injusticia, ante una barbarie, acerca de este gran problema social que me aqueja a ti, a mí, a nosotros. Pandilla se le denomina al grupo de vagos delincuentes que usan mañas para causar fechorías. Yo, tú también pudimos ser parte de este grupo de personas pero felizmente tuvimos a alguien al lado que nos negó el pase. Familia, vengo de una celebración en un colegio parroquial que celebraba el Día de la Familia, recuerdo cuando un niño decía lo importante que era la familia en nuestro desarrollo humano, pero porqué esos niños sí saben y los jóvenes de la calle, no?. Dinero, el señor dinero, el gran responsable de varios divorcios, problemas entre familias, fracasos empresariales, en fin; será este el gran factor que hace falta en las distintas familias peruanas?, debido a este factor es que varios niños en la calle están robando y si se ponen tercos tener que meterle “fierro” como dicen ellos, para poder ser dueño de sus cosas?, eso es un trabajo digno? No, no?. Llegamos así a la violencia familiar, sin duda el factor más importante a todo esto; vivo en un barrio bien “de calle” para suerte mía conozco a muchos pandilleros de esta zona, así que puedo andar seguro por acá, le pregunté a uno de ellos “Rasta (es su apodo), ¿porqué así de la nada usas la violencia para robar?”, ante una mirada perturbadora me respondió “Robo porque el tipo me miró con cara de matón y tenía un “celu” ficho pe” Por orgullo?.. es esa la excusa para cometer un delito?, no es excusa pero quizá sea una motivación para hacerlo.
Si acumulamos todos los aspectos podríamos hacer una analogía. Si robas es porque necesitas dinero, ya sea para comer, para satisfacerse, para comprarse algo, o para su tan querida vitamina que les da esa fuerza interior para realizar delitos, más conocida como droga. Todo realizado con violencia
Metiéndome más a fondo , el pandillero nace pandillero?, daré un ejemplo.. Todo niño ha robado algunas monedas de la cartera de su mami y el que está tratando de llevar su imaginación al pasado en estos momentos sabe a qué me refiero. Ahora bien, tú realmente no querías robar pero tu amigo, o la obsesión por adquirir un dulce o algo que te gustó te llevó a esto, pues bien, si lo llevamos al grado mayor de hurto, podemos notar que un pandillero no roba porque le gusta robar, sino porque realmente necesita.
Pues actualmente mientras la candidata al sillón de Pizarro, Keiko de Fuerza 2011 dice “NO A LA INSEGURIDAD CIUDADANA” , “CAMINAREMOS LIBRES DE TEMOR POR LAS CALLES”, mientras repite eso, estoy seguro que varias pandillas están cada vez aumentando y planeando nuevas formas de robo.
Si bien es cierto, como mencioné anteriormente, las pandillas están divididas por zonas según el distrito y las calles por donde estén ubicados, por ejemplo en el Callao, están los “Los eSColtas” que pertenecen a la barra del club Sporting Cristal, o sea es muy riesgoso que en el Callao seas simpatizante de otro equipo que no sea el Sport Boys, tienes que andar de rosado sí o sí por más homosexual que te puedas ver, pues si no lo haces te ven, te roban (para variar) y terminan por matarte.
Muchas pandillas están alucinadas con eso de que son los héroes de su barrio porque evitan que otras pandillas lleguen a su zona a causar tumulto, desbande. Y para enfrentarlos, empiezan a tirarse piedras desde una cierta distancia, no solo son piedras, también son innovadores usan sables o esos cuchillos con los que el carnicero corta la carne para venderla todos los días en el mercado de su barrio.
A todo esto, la desintegración familiar, el desempleo, la violencia familiar y el abandono moral son las principales razones por las cuales vemos jóvenes en las calles totalmente vagabundos sin algún control para ellos que a veces no saben ni de dónde comer. Familias que se desintegran y provocan al niño o joven que abandone su casa para buscar refugio entre sus amigos de la calle. Jóvenes sin empleo alguno que van por las calles sin saber qué hacer y lo único que hacen es andar en las calles con sus amigos tomando en las esquinas, fumando, o ingiriéndose algún alucinógeno. Niños y jóvenes que por culpa de la violencia que se genera en su hogar buscan algún método para salir de ahí, ya escapan de ahí con esas costumbres y así se van desarrollando. ¿Esa es nuestra juventud del mañana? ¿Ellos serán la “esperanza de nuestro país”?
El pueblo peruano, este pueblo cholo, que está totalmente harto de escuchar tantas promesas de diversos candidatos que terminan siendo unas falacias y algunas sin sustento (como bajar a 12 S/. el precio del gas), en qué cabeza podría entrar eso?. Nuestra gente, tú, yo, tu mamá, tu papá, tu suegra, tu agarre, tu trampa, tu peor es nada, también están interesados en el tema y desean salir de eso ya que no pueden ni comprarse un celular de alta tecnología porque sabe que si lo saca a la luz, ya está fichada.
Gente se pregunta si el alcohol y las drogas tienen que ver con el pandillaje juvenil. Mi respuesta es sí, esto es muy cierto las drogas y el alcohol son las principales causas las cuales te llevan o te inducen a una pandilla. Cuando ya estás metido en el alcohol o en la droga no puedes salir; tú buscas a alguien que te de más y más droga y al no encontrarla te metes en una pandilla buscando cobija la cual no puedes encontrar según tú en tu familia. Esta es la realidad y sólo podremos cambiarla cuando el Perú cambie; si no empezamos a cambiar nosotros cómo queremos que cambie el país; esta es una incógnita que estamos destinados a resolverla.
Otro tipo de personas preguntan si la alimentación también es un factor relevante en las causas del pandillaje juvenil. Pues nuevamente mi respuesta es sí, la alimentación tiene que ver mucho con el pandillaje ya que si no hay "combo" el padre o el joven tiene que salir a robar. Por ejemplo, si un padre tiene un hijo, y no tiene trabajo, sus opciones son: irse de la casa, luchar por encontrar un trabajo o robar, y como sabemos las personas eligen los más fácil.. robar, y esto hace que forme parte de una pandilla para poder satisfacer sus necesidades.
¿Podrá ser posible que de acá a un tiempo un joven se compre un Blackberry y hable media hora por las calles del Callao, La Victoria, Rímac o Surquillo como si nada?, o que al momento de que salgas de tu casa y estés a metros de esta te digas “Uy, me olvidé mi llave, no importa la dejaré abierta”, sabiendo que vives en una avenida con harta gente deambulando por ahí?. Creo que todos soñamos con eso, no me atrevería a decir que esto tiene que tener en cuenta el próximo gobernante única y exclusivamente, sino también nosotros mismos, nosotros los ciudadanos podemos hacer algo contra este mal social que nos viene causando daños desde ya hace años atrás.
No sé si hayan escuchado de los nuevos espacios y las redes sociales; no, no, el Facebook, Twitter, no eso no. Quiero decir, que los pandilleros pueden tomar contacto con personas e instituciones ajenas al mundo pandillero, los cuales son un factor que influencia en el alejamiento de este. Los casos más comunes podrían ser las iglesias que a través de su grupo de jóvenes ayudan al pandillero y pueden terminar involucrándolo en su organización eclesial. Y el ejército, que ante su mayoría de edad los pandilleros deciden por presión familiar o propia voluntad realizar el servicio militar.
Para los niños y jóvenes que son dignos de una educación formal y óptima, no dejar que decaigan en el hábito ocioso, por más mínimo que sea. En los centros educativos deberían fomentar el valor de la responsabilidad, el respeto, la honestidad, la verdad y el amor. También llamar a los centros de orientación para que así puedan crear un espacio de enseñanza donde los alumnos aprendan sobre el tema del pandillaje juvenil.
También se podría realizar talleres de teatro acerca de la delincuencia juvenil. Dar charlas psicológicas a los niños que tienen una familia desintegrada y que no los toman en cuenta en su familia, para así evitar que más adelante caigan en las redes del pandillaje, vida ociosa y desorganizada.
Concluiría, las grupos de personas belicosas denominadas “pandillas” se producen en las zonas más pobres y marginadas de nuestra capital y por ende está ligada a la delincuencia infantil, ya que estos chicos que conforman la banda no tienen una buena educación y apoyo de sus padres y buscan en los amigos lo que no encuentran en casa y es así como se forman la mayor parte de los denominados “terrores sociales”.
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